«Sin un final a la vista para la guerra (en Ucrania, se entiende), nuestra solidaridad debe mantenerse firme. Este aniversario no deseado representa una ocasión para hacer balance y reflexionar.
El año transcurrido nos ha mostrado la destacable fortaleza de un pueblo decidido a aferrarse a su libertad y a su soberanía. También nos ha mostrado la importancia de permanecer unidos, como comunidad internacional y como sector económico de peso, y de mantenernos fieles a los valores que compartimos cueste lo que cueste.
Cada día que pasa, el frente unido que gran parte de la comunidad mundial ha constituido desde la invasión también se ve atacado, especialmente en la medida en que países de todo el mundo siguen soportando las consecuencias económicas del conflicto y su coste social. Por eso la OMT seguirá amplificando los llamamientos del turismo en favor de la paz e instando al cese inmediato de todas las hostilidades». Lo señalaba hoy Zurab Pololikashvili (Secretario General de la Organización Mundial del Turismo (OMT) a las puertas de cumplirse el año desde que Rusia invadiera Ucrania.
Pero Pololikashvili ha añadido algo no menos importante en su mensaje de hoy, la mirada hacia un futuro de país y un pueblo, el ucraniano, en cuya recuperación, tanto desde el punto de vista económico como de la convivencia harmónica, el sector turístico jugará, sin duda, un papel clave: «También estaremos allí cuando la guerra termine, como sin duda ocurrirá. Entonces, el extraordinario poder del turismo, demostrado una y otra vez, para restablecer la confianza, promover el diálogo y el entendimiento a través de las fronteras, y ofrecer oportunidades, será vital para ayudar al pueblo de Ucrania a reconstruir el país que tanto han dado por proteger.»
Una guerra ilegal que produjo la suspensión, que no expulsión, de Rusia como miembro de la OMT en abril de 2022
«Desde el principio, la OMT ha liderado la respuesta del turismo a la crisis. Nuestros Miembros actuaron con rapidez para suspender a Rusia de nuestra Organización», recordó el Secretario General de la OMT .
Zurab Pololikashvili, señaló entonces (28 de abril de 2022) que con la suspensión de Rusia «los Miembros de la OMT han enviado un mensaje claro: El turismo es un pilar de la paz y compañerismo internacional, y los Miembros de la OMT deben defender estos valores o afrontar las consecuencias, sin excepciones”. Añadió que “esta Asamblea General de emergencia demuestra que las acciones de Rusia son indefendibles y contrarias a los propios principios de la OMT y de la gobernanza internacional”.
Desde entonces la Federación Rusa no puede ejercer los derechos ni disfrutar de los privilegios de la pertenencia a la OMT. Esto significa que no puede recibir servicios de la Organización, incluida la asistencia técnica, ni participar en ninguna de las reuniones o eventos de la OMT. tampoco presentar candidatos a los órganos estatutarios, votar en las elecciones de sus órganos o proponer un candidato a Secretario General.
Reconocimiento a la solidaridad de agentes del sector y a los países de acogida de refugiados ucranianos
El Secretario General de la OMT reconoció el mérito solidario de agentes del sector turístico y Estados de acogida de los ucranianos desplazados por la guerra: «los distintos agentes turísticos se unieron en apoyo del pueblo ucraniano.
Hasta 8 millones de personas han buscado refugio en toda Europa, y la OMT reconoce la labor de esos agentes del sector turístico que les han proporcionado medios de transporte, alojamiento y asistencia práctica de diversa índole. También agradecemos el esfuerzo de los países que acogen a estos refugiados hasta que puedan regresar de forma segura.»
Una invasión que cuesta «cara» no sólo en términos de victimas, desplazados forzosos, vulneración de los derechos humanos, expolios varios y destrozos materiales, sino también en términos de pérdida de confianza
«Esta semana conmemoramos un triste aniversario. Hace un año que la Federación de Rusia decidió invadir Ucrania, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho internacional.
El precio de la invasión ha sido terrible. Millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares: en estos momentos, alrededor de 6 millones de personas, el 65% de ellas mujeres y niñas, se han convertido en desplazados internos. Y el número de víctimas sigue aumentando día a día, entre ellas víctimas civiles, ya que los edificios de viviendas, e incluso los hospitales, se han convertido en objetivos deliberados. La invasión también ha creado una catástrofe humanitaria y de derechos humanos que no se veía en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Y ha socavado la sensación de seguridad y confianza de la que dependemos para que el mundo siga su curso tras los efectos de la pandemia.»
Más allá de la recuperación económica, el turismo es un puente privilegiado para el entendimiento y favorecer la paz entre los pueblos
El pasado 18 de febrero Pololikashvili ya adelantaba sus declaraciones del 23 de febrero: «Dos años de pandemia de COVID-19 ya han causado suficiente sufrimiento a las personas, a la sociedad en su conjunto y a la economía. No podemos permitirnos que esto continúe. Debemos reconstruir y mirar al futuro con esperanza, no con miedo.»
…»El turismo es el principal puente para el entendimiento. Tiene una capacidad única para promover la paz entre los pueblos de todo el mundo.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) apoya firmemente al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su llamamiento para que todos los países resuelvan las disputas por medios pacíficos y no mediante el conflicto, y para que respeten en todo momento la seguridad internacional y la justicia.
Como parte de las Naciones Unidas, que da voz a personas de todas las regiones, orígenes y nacionalidades, la OMT tiene la convicción de que el espíritu de solidaridad internacional y los valores compartidos que definen no solo al turismo, sino también al conjunto de la humanidad, han de prevalecer. Esperamos que los esfuerzos diplomáticos para evitar el conflicto continúen y que logren el éxito.»