Tras la quiebra e intervención por parte de la FDIC ( Federal Deposits Insurance Company) este fin de semana del Silicon Valley Bank (SVB) y del Signature Bank (SB), Joe Biden comparecía esta mañana para asegurar que «Los estadounidenses pueden estar seguros de que nuestro sistema bancario es seguro. Sus depósitos están seguros.» y que volvería a a andar lo desandado por Donald Trump en materia de legislación y control del sector bancario.
«…debemos reducir los riesgos de que esto vuelva a suceder. Durante la administración Obama-Biden, establecimos requisitos estrictos para bancos como el Silicon Valley Bank y el Signature Bank, incluida la Ley Dodd-Frank, para asegurarnos de que la crisis que experimentamos en 2008 no volviera a ocurrir.
«Desafortunadamente, la última administración revocó algunos de estos requisitos. Voy a pedir al Congreso y a los reguladores bancarios que refuercen las reglas para los bancos para que sea menos probable que vuelvan a suceder este tipo de quiebras bancarias y para proteger los empleos y las pequeñas empresas estadounidenses.»
Trump redujo las normas y controles de solvencia para las entidades medianas y pequeñas, no para los 38 primeros bancos del país
La reforma Trump mantuvo en alrededor de un 90% la regulación de control de la actividad financiera que Obama aprobó con el objetivo de evitar un cataclismo económico como el generado por la quiebra de Lehman Brothers.
La reforma Trump continuó reservando al Gobierno Federal la potestad de cerrar los bancos en dificultades. Su reforma legal afectó principalmente a los bancos pequeños y medianos, para los cuales se suprimió, por ejemplo, la obliagación de dotar reservas anualmente a un determinado nivel para garantizar su solvencia y la obligación de someterse a los stress test anuales que lleva a cabo la Reserva Federal. La regulación Obama de control y garantía de la solvencia bancaria permaneció inalterada para las grandes entidades financieras norteamericanas (alrededor de 38).