El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular China protestaba airadamente esta mañana contra el vertido al Océano pacífico del agua radiactiva procedente de la central nuclear de Fukushima Daiichi I acordada por el Goberno japonés.
En comunicado oficial publicado esta misma mañana por la Portavocía del Ministerio de Asuntos Experiore de la República Popular China el gigante asiático decía literalmente: «A pesar de las dudas y la oposición dentro y fuera del país, Japón ha decidido unilateralmente liberar las aguas residuales nucleares de Fukushima al mar antes de agotar todas las formas seguras de eliminación y sin consultar plenamente con los países vecinos y la comunidad internacional. Esto es sumamente irresponsable y afectará gravemente a la salud humana y los intereses inmediatos de las personas en los países vecinos.
Los océanos son propiedad compartida de la humanidad. La forma en que se gestionan las aguas residuales de la planta de energía nuclear de Fukushima no es simplemente un problema interno de Japón.
Instamos encarecidamente a la parte japonesa a que asuma su responsabilidad, siga la ciencia, cumpla con sus obligaciones internacionales y responda debidamente a las serias preocupaciones de la comunidad internacional, los países vecinos y su propio pueblo.
Debería reevaluar la cuestión y abstenerse de descargar las aguas residuales de forma arbitraria antes de llegar a un consenso con todas las partes interesadas y la OIEA (Organización Internacional de la Energía Atómica) mediante completa consulta.
China continuará observando de cerca la evolución del asunto junto con la comunidad internacional y se reserva el derecho de tomar otras medidas».
Las exportaciones de Japón a China ascendieron a $ 141,29 mil millones durante 2020, según la base de datos COMTRADE de las Naciones Unidas sobre comercio internacional. Entre los productos más vendidos desde el país del Sol Naciente al la RPC se encuentran barcos, gabarras y cruceros, a demás de no pocos productos alimenticios.