Conviene analizar despacio el asunto Tesla-Bitcoin, después del gran revuelo y subida meteórica de la cotización de esta moneda virtual debido a que se supo que esta empresa había invertido $1,5 mil millones en Bitcoin y que la compañía fundada por Elon Musk se planteaba aceptar la mencionada criptomoneda como medio de pago en un futuro cercano.
Porque esta medida acordada con el apoyo del Consejo de Administración de Tesla no sólo somete al cash flow y los activos de la empresa a una volatilidad que podría muy bien dañar la solidez financiera de la compañía, sino que también ha favorecido una subida especulativa del valor de la moneda virtual que puede dañar la economía de otros en caso de que la burbuja , pierda fuelle.
Si Tesla ve mermado su disponible iría en detrimento de los varios proyectos de innovación ya iniciados. Proyectos que podrían quedarse cortos de inversión en un momento de pandemia en el que los ingresos de la empresa se han visto reducidos por culpa del cierre de algunas instalaciones de fabricación vitales para cumplir con los compromisos de entrega adquiridos ya.
Más que seguir ciegamente la maniobra de Musk, habría que considerar con una cierta parsimonia su posible desesperación y el perfil «torero» de este emprendedor al que le apearon de la responsabilidad ejecutiva en su propia empresa porque hizo bajar la cotización de las acciones de Tesla debido a un comentario indiscreto en Twitter.
También habría que mirar con detenimiento cómo construyen sus informaciones algunos medios, los cuales se dedicaron a citar tan sólo unas líneas de una comunicación 10k filing form a la SEC (Securities Exchange Commission). Una comunicación que también contiene una advertencia en toda regla sobre el incremento del riesgo financiero que asume Tesla al dar este paso.
Por otro lado, las informaciones se centraron en la inversión que Tesla ha realizado ya en Bitcoins pero dejaron un poco de lado el apoyo a Dogecoin anunciado paralelamente por Elon Musk vía Twitter. Un anuncio que hizo subir la cotización de esta criptomoneda, aparentemente desenfadada, tanto o más que la comunicación de Tesla a la SEC impulsó al alza el valor de Bitcoin.
Ruido mediático aparte, cualquiera que lea con cuidado la información sobre el estado financiero de Tesla y los párrafos dedicados a la compra de Bitcoins en la comunicación enviada por la empresa a la SEC puede ver que la adquisición de la criptomoneda es en realidad una decisión de inversión especulativa orientada a la multiplicación rápida de un dinero de caja que a la empresa le viene escaso.
Cabe la posibilidad que la burbuja de las criptomonedas le reviente en la cara a Musk y a su multinacional, pero de momento Tesla ha hecho caja con el aumento en el valor de cotización artificialmente experimentado por Bitcoin gracias al revuelo mediático disparado por el «descubrimiento» sobre la inversión realizada por la multinacional. Y lo mismo ha sucedido con la difusión de los tuits de Elon Musk sobre su apoyo a Dogecoin.
Esperemos que los pequeños inversores que estén arriesgando sus ahorros trocándolos por Bitcoins y otras criptomonedas, atraidos por el desparpajo tuitero de Musk y otros iconos de la modernidad emprendedora del tipo, no tengan que llorar o llegar al suicidio al comprobar que no sólo no han ganado nada sino que han cambiado dinero real por una quimera virtual que no tiene valor fuera de la Red. Así sucedió en el caso de las acciones durante el crac bursátil de 1929 o más recientemente con las subprime. Y eso que en estos dos últimos casos los títulos gozaban de corporeidad física y también legal.
Imagen sobre el titular.- «Bitcoin»
Links externos relacionados:
Tuit 1 de Elon Musk en apoyo de Dogecoin
Tuit 2 de Elon Musk en apoyo de Dogecoin
Tuit 3 de Elon Musk en apoyo de Dogecoin
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