Repsol acelera la transición hacia el negocio verde

El Consejo de Administración de Repsol ha aprobado nuevas inversiones para incorporar y construir dos proyectos fotovoltaicos y uno eólico por un total de 1.600 MW adicionales. Con estos proyectos, la cartera de generación baja en carbono alcanza los 5.600 MW.
Repsol cuenta en la actualidad con 2.952 MW en operación y 1.083 MW en desarrollo.

La compañía avanzará en el despliegue de puntos de recarga eléctrica, autogas, gas natural comprimido y gas natural licuado en las estaciones de servicio.

En plena celebración de la Cumbre del Clima (COP25) Josu Jon Imaz (CEO de Repsol) decía hoy: “Estamos convencidos de que debemos fijarnos objetivos más ambiciosos en la lucha contra el cambio climático. Creemos que el momento para Repsol es ahora. Lo hacemos con la plena confianza de estar apostando por el futuro. Solo abordando con claridad estratégica los grandes retos que tenemos ante nosotros podremos convertirlos en oportunidades. Estamos convencidos de que ello refuerza nuestro proyecto, atrayente, sostenible y rentable para todos nuestros stakeholders”.

Pero el aumento de la cartera de generación baja en carbono y el decidido aumento del despliegue de puntos de recarga eléctrica y de abastecimiento de combustibles alternativos no son las únicas actuaciones que la multinacional energética española ha anunciado hoy para hacer realidad una transición del negocio y de sus operaciones hacia el nuevo y más ambicioso objetivo de reducir su indicador de intensidad de carbono en un 40% para 2040 sobre la base de 2016 y alcanzar las cero emisiones en 2050.

Imagen de WindFloat Atlantic.- El proyecto pertenece al consorcio Windplus, que es propiedad conjunta de EDP Renováveis (54,4%), Engie (25%), Repsol (19,4%) y Principle Power Inc. (1,2%). La instalación cuenta con tres turbinas eólicas montadas sobre plataformas flotantes ancladas solo con cadenas al lecho marino a una profundidad de 100 metros frente a la costa portuguesa de Viana do Castelo. Windfloat contará con el aerogenerador marino más grande del mundo en una plataforma flotante. © Repsol

La multinacional había creado ya el indicador interno de Intensidad de Carbono con motivo de la actualización del Plan Estratégico 2018-2020 el cual permitió en su día fijar objetivos de reducción de emisiones con una meta de disminuir el indicador en un 40% para el año 2040 sobre la base de 2016.

La energética adoptará varias medidas en todas las áreas de la compañía: Financiera, Producción (Upstream, Downstream) y Operaciones en general y Recursos humanos.

La empresa adelanta además que buscará crecimiento en nuevos mercados, como lo está haciendo ya en Francia y en el área de lubricantes con la reciente firma a finales del pasado septiembre de un acuerdo para la adquisición del 40% de la compañía de lubricantes United Oil Company. La empresa participada producirá y distribuirá productos Repsol en Singapur, Indonesia, Malasia y Vietnam. Este convenio permitirá al Grupo  incrementar su presencia en el sudeste asiático, uno de los mayores y más pujantes mercados de lubricantes del mundo.

Más allá de las medidas concretas, la exigencia climática conlleva la propia reinvención de la propuesta de valor de la empresa. Repsol seguirá profundizando en su estrategia como proveedor multienergético centrado en el cliente, con una propuesta de valor integrada, con servicio diferenciado y una apuesta por la digitalización para facilitarle su gestión diaria.

En esta última área de la digitalización, Repsol ha lanzado por ejemplo la app de pago con el móvil Repsol Waylet y el servicio Repsol Way&Go gracias al cual los clientes podrán escanear y pagar los productos en las tiendas de conveniencia situadas en las gasolineras de la marca automáticamente sin pasar por caja utilizando la aplicación de móvil Waylet.

El nuevo y más exigente escenario que contempla la energética española servirá de base para el Plan Estratégico 2021-2025, que Repsol presentará al mercado y a los inversores en la primera mitad de 2020.

La multinacional asume un nuevo escenario de precios de crudo y gas consistente con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Su aplicación conlleva una corrección del valor contable de algunos activos del Grupo. Repsol hará una provisión contable que minorará su beneficio neto después de impuestos en 2019 en alrededor de €4.800 millones. La provisión no afectará ni a la generación de caja ni a la retribución a los accionistas, que se mantendrá en €1 por acción.

La multinacional ha decidido además implicar directamente a la alta dirección de la compañía con el cumplimiento del nuevo plan hacia la descarbonización de oferta y operaciones: Vinculará al menos el 40% de la retribución variable a largo plazo de sus directivos y líderes, incluidos el Consejero Delegado y los miembros de la Alta Dirección, a objetivos que dirijan a la compañía a cumplir con el Acuerdo de París y, por tanto, a su progresiva descarbonización.

Repsol: Portafolio de generación eléctrica en la Península Ibérica a 3 de diciembre de 2019. © Repsol

Por último, la multinacional española analizará en cada una de sus inversiones su alineamiento con el Acuerdo de París, por lo que cada inversión significativa se acompañará de un informe, elaborado por el área de Sostenibilidad, que garantice el mencionado alineamiento.

A pesar de extenso y ambicioso «plan verde» bosquejado por Repsol hoy el Grupo no abandonará al menos en el futuro más cercano su negocio petroquímico. Aplicará medidas para reducir la huella de carbono y contaminante en la producción de estos productos pero no dejará de fabricarlos.

Según explica la multinacional española, presentes en la mayor parte de nuestra vida diaria, tienen un papel protagonista en un escenario económico de menor intensidad de carbono. Entre sus ventajas y aplicaciones se encuentran, entre otros, la reducción del peso de los materiales y su contribución al menor consumo de energía en la movilidad, el aislamiento de hogares y edificios, que contribuye a una mayor eficiencia energética, mejorar las condiciones de conservación de los alimentos y ofrecer productos más avanzados para usos sanitarios y hospitalarios. En consecuencia, se espera un incremento mundial creciente de la demanda de productos petroquímicos de alrededor de un 30% hasta 2030 y de un 40% hasta 2050.

El plan verde para el upstream

A parte del incremento del portafolio de renovables, en el área de upstream, Repsol orientará su cartera de activos al cumplimiento del Acuerdo de París, lo que supone priorizar la generación de valor sobre el crecimiento de la producción, manteniendo como eje estratégico del negocio la flexibilidad. Repsol pondrá el foco en la rotación y mejora del portafolio de activos y en la generación de caja.

Josu Imaz (CEO Repsol) durante la inauguración de la nueva sede de Repsol Gas y electricidad. © Repsol

Para evaluar cada una de las decisiones futuras de exploración o producción, la compañía asume una curva de precios del petróleo y del gas compatible con el Acuerdo de París y el escenario de aumento de la temperatura por debajo de los 2ºC.

Actuaciones para reducir la huella de carbono en downstream

En los negocios industriales, Repsol aumenta su objetivo de descarbonización, con especial foco en refino, con una reducción adicional de emisiones directas del 25% para 2025. Esta reducción se suma al recorte del 23% de las emisiones de CO2 entre 2010 y 2017.

Repsol se enfocará a la economía circular como herramienta para el uso eficiente de los recursos, y duplicará la producción de biocombustibles de alta calidad procedentes de aceites vegetales (HVO), hasta las 600.000 toneladas al año en 2030. La mitad de esta cantidad se producirá antes de 2025 a partir de residuos orgánicos varios, no de cosechas.

Por otro lado, Repsol integrará energías renovables en las operaciones de refino mediante la producción de hidrógeno verde y el uso de electricidad de origen renovable para sus procesos industriales.

El negocio químico de la compañía también contribuirá con determinación a una economía más descarbonizada. Repsol apuesta por una química eficiente en su proceso industrial y orientada a la economía circular, con la ambición de alcanzar un 20% de contenido reciclado en el total de sus poliolefinas para el año 2030.

Repsol no invertirá en proyectos con ahorros de emisiones valoradas en créditos de CO2 por debajo de los $40/tonelada ya en 2025

Aparte de la provisión por valoración a la baja de activos y del informe de adecuación de inversiones a los objetivos de París Repsol ha actualizado la senda interna de precios de CO2 que orientará sus inversiones.

Esto implica que la multinacional energética española no invertirá en ningún proyecto que no justifique ahorros en las emisiones de CO2 por debajo de determinados niveles de rentabilidad que ha situado en 2018 en los $25/tonelada.

Repsol ha decidido incrementar este mínimo hasta los $40/tonelada en 2025.
El objetivo es alcanzar los $70/tonelada en 2040 para los activos de refino, química, gas y electricidad. Con estos nuevos objetivos la empresa pretende favorecer las inversiones en energías renovables, eficiencia energética y economía circular.

Imagen sobre el titular.- Josu Imaz (CEO Repsol) durante la presentación del plan estratégico 2016-2020.© Repsol

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