Hoy nos ha dejado a los 93 años de edad Mary Quant, pero el espíritu de la primera minifalda perdura incombustible.
Pero la aportación de Mary Quant, a menudo reconocida superficialmente como la pionera de la falda corta o cortísima (otros le atribuyen el mérito al diseñador francés André Courrèges), va mucho más allá de subir esta prenda unos cuantos centímetros por encima de la rodilla.
Como Cocó Chanel en su día, Mary Quant contribuyó a la liberación de la mujer en el vestir y democratizó las prendas de diseño bajando los precios de sus creaciones hasta el punto de ponerlas al alcance tanto del bolsillo de una multimillonaria como del de una secretaria o simple dependienta.
Se dice que la revolucionaria Chanel dijo de la minifalda que era un horror que no todas las piernas femeninas podrían lucir con «majestuosidad». Pero eso era lo que cuestionaba Mary Quant precisamente: ¿Por qué tienen las mujeres y la moda que usan parecer majestuosas?.
El estilo y la comodidad priman sobre el estatus en las prendas de la londinense. No emplea necesariamente tejidos naturales caros o materiales nobles. Apostó decididamente, mucho más que su precursora Cocó, por un nuevo concepto de lujo en el que el valor lo da el diseño no el material. Y en el diseño Quant primó la proporción junto con la limpieza de líneas sobre los adornos. Hasta aquí casi casi podríamos pensar que hablamos de Cocó Chanel, pero a los productos Mary Quant no los identifica una delicada camelia sofisticada en su sencillez, sino una desenfadada margarita, fresca, silvestre, joven.
Quant condensó en un tijeretazo con logo margarita la revolución cultural y social de los 60 desde Bazaar en King’s Road, pero también supo hacer caja con ello.
Primero añadiendo democracia con duende al exclusivista mundo de la alta costura, abriendo luego el mundo de la ropa de diseño al consumo masivo en forma de alianza con un gran almacén estadounidense y, por último, lanzando una segunda marca low cost todavía más asequible que la de su margarita negra de botón.
El secreto está en el mix
A pesar de lo que pudiera parecer, la de Mary Quant ha sido una revolución de arriba a abajo, no al contrario.
Nacida y criada en Blackheath (Londres) esta hija de dos maestros de escuela galeses que no le permitieron cursar estudios sobre moda, se casó con el aristócrata Alexander Plunket Greene. Conoció a su marido cuando estudiaba ilustración en Goldsmiths, academia en la que consiguió graduarse en educación artística el año 1953.
Luego Plunket Greene compró Markham House en King’s Road en Chelsea, (Londres). La zona era frecuentada por el llamado ‘Chelsea Set’, un grupo de jóvenes artistas, directores de cine y miembros de la alta sociedad interesados en explorar nuevas formas de vivir y vestir.
Allí el matrimonio se asocia con su amigo, el abogado reconvertido en fotógrafo Archie McNair, con el fin de abrir un restaurante (Alexander’s) en el sótano del nuevo edificio y una boutique llamada Bazaar en la planta baja.
Quant se concentró en el diseño, Plunket Greene, su marido, tenía habilidd para el marketing y los negocios. El amigo McNair aportó sentido legal y empresarial a la marca. Es este mix de talentos complementarios el responsable del éxito comercial que logró Mary Quant.
Ciclo de diseño acelerado de modelos originales a precios competitivos, que genera ventas continuamente
En un principio Mary Quant surtía la tienda con productos de moda adquiridos a mayoristas bien elegidos con el objetivo de ofrecer un nuevo estilo. Pero la oferta disponible no permite a Quant encontrar lo que va buscando para surtir Bazaar y pronto se lanza a diseñar ella misma los modelos a vender en la tienda empleando para ello tejidos asequibles fabricados para confección barata y usando por primera vez este tipo de tejidos y el PVC como materia prima para diseños de alta costura y complementos de lujo.
El hecho de que dos de las prendas que había diseñado la misma Mary Quant para celebrar al apertura de Bazaar fueran incluidos en la conocida revista Harper’s Bazaar y que los adquiriera luego un fabricante norteamericano del ramo la animaron a lanzarse.
Lo más cerca que Quant había estado del oficio de diseñadora de moda y couturier hasta la fecha es la sombrerería creativa de alto standing donde se formó tras obtener su graduado. De modo que decidió formarse algo más aprendiendo por su cuenta, recibiendo clases de corte y adaptando tejidos estampados de producción masiva para conseguir los ‘looks’ que buscaba vender en la tienda.
Una vez formada comenzó un frenético ciclo de diseño acelerado con producciones artesanales limitadas cosidas en su propio taller. Vendía estos productos en Bazaar renovando continuamente surtido y escaparate. Quant fue pionera en romper la cadencia habitual de las colecciones por temporadas del negocio de la alta costura logrando no sólo desestacionalizar las ventas sino atraer a los clientes al punto de venta mucho más a menudo a la busca de la última novedad.
Quant supo satisfacer el hambre insaciable y contínua de sus clientes por los looks únicos a precios competitivos.
La diseñadora de moda pronto dio muestras de tener una intuición privilegiada también para elegir el logo de la marca.
El sencillo logotipo de la margarita, originalmente basado en un boceto que Quant tenía el hábito de dibujar en los diseños todavía en desarrollo, llegó a adornar ropa, cosméticos y envases. La sencilla e identificable margarita negra de botón pronto se convirtió en el símbolo de la diversión rebelde y progresista.
No sólo moda y complementos para chicas
Los diseños de Mary Quant son cómodos, informales, inesperados, juveniles, divertidos e irreverentes. Muy al estilo de la Set de Chelsea compuesta por una pléyade de bailarines, músicos, artistas y aristócratas avanzados.
Su estilo es urbano y sobre todo en la primera época de líneas limpias y sencillas jugando más con la proporción que con el «perifollo».
Los colores, alegres, bien en sí mismos o como fruto de su combinación. Estampados geométricos o de la marca, minifaldas y sweaters pero también túnicas cortas con leotardos de colores, botines bajos y complementos de PVC. La gama de productos, para él y para ella incluye un sinfín de propuestas, a cual más chispeante, incluyendo los extremos: Desde jerseys de chico tan largos y anchos que podrían servir de vestido a sweaters tan ajustados que no parecen de la talla adecuada para quien los lleva. Y todos estos productos conviven bajo la marca de una margarita silvestre de diseño, todavía aristocrática, que abrió caminos para revoluciones posteriores procedentes de EEUU, llenas de margaritas silvestres a secas, incienso, comunas y liberacón sexual hasta promiscua.
Mary Quant alcanzó su época de mayor expansión y éxito comercial en la década de los 60, después de firmar en 1962 un lucrativo contrato de diseño con la cadena estadounidense de grandes almacenes JC Penney. En 1963, la empresa Mary Quant Limited entró en el mercado masivo del Reino Unido con una nueva línea de producto más barata comercializada por el Ginger Group.
En 1967 Mary Quant abrió su tercera tienda en New Bond Street de Londres y a finales de la década se estimaba que hasta siete millones de mujeres tenían al menos uno de sus productos en su guardarropa, y que muchos miles más usaban los modernos tonos de su gama de cosméticos comercializados bajo la marca y la imagen de una muñeca llamada ‘Daisy’ (Margarita).
Pero lejos de pasar de moda, el carácter innovador y abierto de los diseños Mary Quant encontró su lugar disfrutando de un gran reconocimiento como icono de la moda británica incluso en plena ola Hippie durante la década de los 70. Un reconocimiento y actualidad que se mantiene todavía bien entrado el Siglo XXI.
Aunque la minifalda, cuyo nombre se debe al icónico vehículo diseñado por FIAT, posee una sombra alargada la margarita de Mary Quant ha demostrado tener fortaleza suficiente como para arraigar y desarrollarse fuera del campo de los productos de moda (incluidas líneas de trajes de baño y lencería) y complementos, abarcando cosméticos y fragancias (también para él) y, gracias al acuerdo firmado con el fabricante británico ICI, cubriendo también una gama de productos de decoración coordinada para interiores (ropa de cama, alfombras, pintura y papel pintado para paredes).
Nueva experiencia de compra ‘al son de los Beatles’, con copa y horarios extendidos
Al diseño y producción acelerados (no sujetos a la rigidez de las temporadas de alta costura) capaces de «enganchar» al cliente ávido de novedades a todas horas, Mary Quant y sus socios añadieron además una verdadera revolución en lo que toca a la experiencia de compra. La propia decoración de Bazaar hacía de la tienda un punto de venta diferenciado muy atractivo para sus clientes bohemios y avanzados.
Pero por si esto fuera poco Quant y sus socios extendieron el horario de apertura de la tienda, al tiempo que ofrecían la posibilidad de tomar una copa y escuchar la novedad musical del momento (incluidos los Beatles) mientras los clientes curioseaban a la busca del último modelo Mary Quant de la semana o de ese día.
Profeta en su tierra y desde el más allá
Quant recibió en 1962 el premio internacional The Sunday Times por «sacudir a Inglaterra de su actitud convencional hacia la ropa». En 1966 fue nombrada Officer of the Order of the British Empire (OBE) y publicó su autobiografía, ‘Quant by Quant’.
En 1990, el British Fashion Council otorgó a Mary Quant el prestigioso premio Hall of Fame, en reconocimiento a su destacada contribución a la moda británica.
La diseñadora publicó su segunda autobiografía en 2012 y la Reina Isabel le otrogó la distinción de Dama del Imperio Británico (recibió la Orden del Imperio Británico) entrando en la lista de Honores de Año Nuevo de 2015.
Puede decirse que Mary Quant ha sido profeta en su tierra. Aparte de recibir reconocimientos y honores varios, su obra ha sido objeto de varias exposiciones restrospectivas. La primera, de noviembre de 1973 a junio del 74 en el Museo de Londres (Palacio de Kensington) y la segunda en el Museo Victoria & Albert del 6 de abril de 2019 a febrero de 2020. La más reciente se celebrará en el Kelvingrove Art Gallery and Museum (Escocia) del 20 de mayo al 22 de octubre de 2023.
Los diseños de Mary Quant, polémicos en sus inicios, triunfaron en su día en las calles de Reino Unido, EEUU (especialmente en Nueva York) y Japón. Hoy continúan vigentes, de forma consciente o no, en colecciones de alta costura, prêt-à-porter y de consumo masivo firmadas por diseñadores de todo el mundo.
Imagen sobre el titular.- Placa conmemorativa de la presencia de Mary Quant y su tienda Bazaar en King’s Road (Londres). En ella figura el logo en forma de margarita de botón de su firma. Imagen de Kwh1050a través de Wikimedia Commons. Para ver la fotografía original y leer los términos de la licencia, clic aquí
Links externos relacionados:
Video del Victoria & Albert Museum sobre la wet collection de Mary Quant (1963)
Eastwind Marketing links relacionados:
De TOUS «hasta las zarpas», la última «travesura» del osito bold
Inditex entra en IndesIA, el Consorcio de IA de la industria española
Premios Nacionales de Marketing 2022.- Adriana Domínguez, Presidenta del Jurado
Adolfo Domínguez refuerza su ADN digital
cSapphire gana el primer Fashion Award al Metaverse Design otorgado por el British Fashion Council
Lujo de pandemia.- La fiebre por la desinfección llega a los envases de Moschino fragances
El cdec se apunta a «ser más viejo» en su XX aniversario: Lo que aprendimos en San Sebastián 2019
Eastwind links relacionados:
Enrique Loewe Lynch, un lujo con fundamento
Las creaciones de Manolo Blahnik en el Bata Shoe Museum de Toronto
Naulover inicia su expansión en EEUU, en Panamá y abre segunda tienda en Dubai
París y Marrakech abren museo en memoria de Yves Saint Laurent
Loewe, la primera marca de lujo que abre un pop up en el Luxury Pavilion de Tmall